"No solo basta con encontrar el camino correcto, sino tambien recorrerlo y llegar al destino a pesar de que no existe el limite. Biotecnología, ciencia del presente para el futuro."

31 de marzo de 2013

DISEÑAN PAREDES CELULARES VEGETALES PARA AUMENTAR LOS RENDIMIENTOS DE AZÚCAR PARA BIOCOMBUSTIBLES


La biomasa lignocelulósica es el material orgánico más abundante en la Tierra, durante miles de años se ha utilizado para la alimentación animal, y durante los últimos dos siglos ha sido un elemento básico de la industria papelera. Este recurso abundante, sin embargo, también podría suministrar los azúcares necesarios para producir biocombustibles avanzados que pueden complementar o sustituir a los combustibles fósiles.
Un desafío importante a sortear para conseguir este objetivo es encontrar maneras más rentables de extraer los azúcares. Los pasos principales para lograr este objetivo están siendo adoptados por los investigadores del Joint BioEnergy Institute (JBEI) en el Departamento de Energía de los E.E.U.U., quienes a través de herramientas de la biología sintética, han diseñado plantas saludables cuya biomasa lignocelulósica es más fácilmente descompuesta en azúcares simples para biocombustible.
Dominique Loque y sus colegas han trabajado sobre Arabidopsis, las paredes celulares secundarias de estas plantas se han manipulado genéticamente para reducir la producción de lignina y  aumentar el rendimiento de los azúcares de combustible.
Loque y su grupo de investigación se han centrado en reducir la obstinación natural de las paredes celulares de las plantas a renunciar a la fabricación de azúcares. A diferencia de los azúcares simples a base de almidón de maíz y otros granos, los azúcares de polisacáridos complejos en las paredes celulares de la planta están encerrados dentro de un polímero aromático resistente llamado lignina. Lograr que estos azúcares se liberen de sus jaulas de lignina ha requerido el uso de productos químicos costosos y no amigables con el medio ambiente a altas temperaturas, un proceso que eleva los costos de producción de biocombustibles a partir de estos azúcares.
Según Loque la lignina es el principal contribuyente a la obstinación de la pared celular para integrar sus polímeros de polisacáridos y reducir su extractabilidad y accesibilidad a las enzimas hidrolíticas. Desafortunadamente la mayoría de los esfuerzos para reducir el contenido de lignina durante el desarrollo de la planta se han traducido en la reducción severa del rendimiento de biomasa y una pérdida de la integridad de los vasos conductores, tejidos responsables de la distribución de agua y de los nutrientes desde las raíces a los demás órganos.
Para superar el problema de lignina, Loque y sus colegas reconfiguraron la regulación de la biosíntesis de la lignina y crearon un bucle artificial positivo de retroalimentación (APFL por sus siglas en inglés) para mejorar la biosíntesis de la pared celular secundaria en un tejido específico. La idea era reducir la obstinación de la pared celular y aumentar el contenido de polisacáridos sin afectar el desarrollo de la planta.
Los investigadores aplicaron el APFL a las plantas de Arabidopsis de modo que la biosíntesis de lignina se desconectó de la pared celular secundaria, entonces se pudo mantener la integridad de los vasos conductores y fueron capaces de producir plantas sanas con lignina reducida y la deposición mejorada de los polisacáridos en las paredes celulares. En otras palabras, los investigadores lograron acumular mas azúcar en plantas mejoradas sin estropearlo con la lignina.
Loque y sus colegas creen que la estrategia APFL que ellos utilizaron para mejorar la deposición de polisacárido en las paredes celulares de sus plantas de Arabidopsis también podría ser rápidamente implementada en otras especies de plantas vasculares. Esto podría aumentar el contenido de la pared celular para el beneficio de la producción de papel y la industria forrajera, así como para aplicaciones de bioenergía. Actualmente están desarrollando nuevas versiones e incluso mejores de estas estrategias.

Interesante, mas celulosa con menos lignina, trataré de averiguar mas acerca de la estrategia APFL. Para mas información "Engineering secondary cell wall deposition in plants" es el título del paper publicado con la investigación.

14 de marzo de 2013

LECHE DE CABRA TRANSGÉNICA ACELERA LA RECUPERACIÓN DE INFECCIONES BACTERIANAS GASTROINTESTINALES


Investigadores de la Universidad de California reportaron que la leche de cabras que han sido modificadas genéticamente para producir niveles más altos de una proteína antimicrobiana humana ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la diarrea en lechones, demostrando el potencial de los productos alimenticios de animales transgénicos para un día también beneficiar la salud humana.
El estudio es el primero en mostrar que la leche de cabra que lleva niveles elevados de lisozima antimicrobiana, una proteína presente en la leche materna humana, puede exitosamente tratar la diarrea causada por una infección bacteriana en el tracto gastrointestinal.
Los resultados ofrecen la esperanza de que la leche pueda eventualmente ayudar a prevenir las enfermedades diarreicas humanas que cada año se cobran la vida de 1,8 millones de niños de todo el mundo y poner en peligro el desarrollo físico y mental de millones más.
Según James Murray, investigador principal del estudio, estos resultados proporcionan un ejemplo de que, a través de la ingeniería genética, se puede ofrecer animales de granja con nuevos rasgos dirigidos a resolver algunos de los problemas de salud que enfrentan muchas regiones en desarrollo del mundo que dependen de la ganadería como la principal fuente de alimentos.
En este estudio, Murray y sus colegas alimentaron lechones con leche de las cabras modificadas genéticamente y que producen en su leche niveles más altos de lisozima, una proteína que se produce naturalmente en las lágrimas, saliva y leche de todos los mamíferos.
Aunque la lisozima se produce a niveles muy altos en la leche materna humana, la leche de cabras y vacas contiene muy poca lisozima, promoviendo el esfuerzo para incrementar los niveles de lisozima en la leche de estos animales mediante modificación genética.
Debido a que la lisozima limita el crecimiento de algunas bacterias que causan infecciones intestinales y diarrea y también alienta el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas, esta proteína es importante por ser uno de los principales componentes de la leche humana que contribuye a la salud y bienestar de niños lactantes.
Los lechones fueron escojidos para este estudio como modelo de investigación porque su fisiología gastrointestinal es bastante similar al de los humanos, y porque los cerdos ya producen una moderada cantidad de lisozima en su leche.
La mitad de los lechones en el estudio fueron alimentados con leche pasteurizada proveniente de las cabras transgénicas con una mayor cantidad de lisozima (68 por ciento del nivel encontrado en la leche materna humana). La otra mitad de los lechones fueron alimentados con leche pasteurizada con muy poca lisozima que venía de cabras no transgénicas.
El estudio encontró que, a pesar de que ambos grupos de lechones se recuperaron de la infección y de la diarrea resultante, los lechones alimentados con la leche rica en lisozima se recuperaron mucho más rápidamente que los lechones que recibieron leche de cabra sin mayores niveles de lisozima. En general, los lechones alimentados con la leche de lisozima estuvieron menos deshidratados, tenían menos inflamación intestinal, sufrieron menos daño a los intestinos y recuperaron su energía más rápidamente que los lechones en el grupo control. Y, los investigadores no detectaron efectos adversos asociados con la leche rica en lisozima.

9 de marzo de 2013

LOGRAN REVERTIR EN RATONES LA DESPIGMENTACIÓN QUE CAUSA EL VITÍLIGO EN LA PIEL


La desfiguración de la piel a causa del  vitíligo puede ser invertida utilizando una proteína genéticamente modificada diseñada por investigadores de la Loyola University Chicago’s Stritch School of Medicine.
De acuerdo con el dermatólogo Jeffrey Karaban, quien no está asociado con la investigación, los resultados serían impactantes si un tratamiento consistentemente eficaz utilizando la proteína puede ser producido.
Según Caroline Le Poole, miembro del equipo de investigadores, la investigación hasta ahora se ha limitado a los ratones, pero las pruebas preliminares en muestras de tejido de piel humana también han dado resultados prometedores. Sin embargo, los investigadores esperan obtener la financiación de los ensayos clínicos en humanos.
Le Poole y sus colegas recorrieron los 641 aminoácidos que forman la proteína HSP70i, conocida por jugar un papel vital en la respuesta autoinmune que causa el vitiligo. El trastorno afecta a entre el 0,5 y 0,8 por ciento de la población y se caracteriza por la destrucción de los melanocitos, encargados de la pigmentación de la piel, dejando parches blancos e irregulares con la misma textura que la piel normal.
Le  Poole explica que iniciaron buscando la región de la molécula que sería responsable de la activación del vitíligo y fue allí donde introdujeron una serie de mutaciones para averiguar cuáles tendrían un efecto sobre la respuesta inmune que sigue y cuáles interferían totalmente con la respuesta.
Le Poole inyectó la versión mutada de la proteína en un grupo de ratones de color oscuro que desarrollaron vitíligo, caracterizado por parches blancos distintivos de piel. La proteína mutante sustituyó la proteína normal HSP70i encontrada en los ratones y en cuestión de semanas, el color se restauró completamente.
Le Poole ha estado estudiando el vitíligo y las células productoras de melanina  en la piel, llamadas melanocitos durante más de 20 años y considera sus hallazgos más recientes, un hito en su carrera.
Según los Institutos Nacionales de Salud, el vitíligo parece ocurrir cuando las células inmunitarias destruyen los melanocitos, que producen pigmento, porque el sistema inmunitario del cuerpo las ve como una amenaza, es una predisposición genética pero algunos productos químicos y otros factores ambientales también pueden jugar en él.
Los dermatólogos se basan en una variedad de herramientas para el tratamiento del vitíligo, ninguno de los cuales son soluciones a largo plazo: cremas de esteroides, terapia de luz ultravioleta, vitamina D, e injertos de piel, que puede ser doloroso y costoso.
Le Poole dijo que hay una serie de pasos que se deben tomar antes de que la proteína mutante pueda ser aprobada para el tratamiento comercial, se  tendría que averiguar lo que hace a otras respuestas inmunes o si hay algunos efectos no deseados.

6 de marzo de 2013

UN PROYECTO DE INVESTIGACIÓN TRATA GENES DE BACTERIAS DE LAS QUE SE EXTRAEN MEDICAMENTOS PARA ABARATAR SU COSTE ACTUAL


Un proyecto coordinado por el Instituto Tecnológico de Castilla y León (ITCL) y en el que participa el laboratorio Inbiotec, persigue el abaratamiento de algunos medicamentos gracias al tratamiento genético de las bacterias de las que se extraen sus principales componentes.
En concreto, el proyecto Biopac ha conseguido que la bacteria Streptomyces tsukubaensis aumente su producción de tracrolimus, un componente empleado en la elaboración de antibióticos y antitumorales.
Según ha explicado el coordinador del proyecto, el doctor Javier Sedano, se trata de un proceso similar al engorde de un pato para la obtención de paté. Así, de la misma manera que este proceso permite que a los ánades les aumente el tamaño de su hígado, el tratamiento de determinados genes de la citada bacteria favorece el incremento de su producción de tacrolimus, lo que abarataría su coste y podría derivar en un descenso también del precio de los medicamentos posteriores.
El proyecto, ya terminado, se encuentra actualmente en fase de revisión y mejora del estudio. Este estudio multidisciplinar ha constado de dos fases, la primera de las cuales se ha basado en el cultivo de cepas de esta bacteria, mientras que la segunda ha tenido por objeto el análisis y tratamiento de los datos, de cara a buscar los mejores genes y conocer cómo clasificarlos y asociarlos a una salida para lograr el resultado óptimo.
En el proyecto, se han estudiado 8.848 genes y se ha extraído una docena de muestras a lo largo de la vida de la bacteria, para analizar las variaciones que éstos sufren a lo largo del tiempo, y varias réplicas biológicas, lo que ha arrojado una cantidad colosal de datos.
Con todos ellos, se ha tomado la colección de genes más importantes; es decir, que más afectan a la producción de tacrolimus, para lo cual se han configurado chips de ADN o 'microarrays' con los que se obtienen valores de expresión con los que luego se trabaja.
Así se determinan perfiles de expresión de genes que se comportan de la misma manera dentro de un grupo, a fin de aislar los grupos que se comportan de una forma similar y que, en este caso, hagan crecer el tacrolimus.
Una vez llegado a este punto, el siguiente paso en la investigación fue buscar el grupo que más afecta a la producción, al que se sometió a distintos procesos como radiaciones UVA y cambios de temperatura o biológicos para analizar su impacto y concretar con cuál de ellos se amplía la generación del producto por parte de estas bacterias.
Como ha reiterado Sedano, el objetivo final de todo esto es abaratar la fabricación de antibióticos o antitumorales, ya que el estudio, limitado a la bacteria Streptomyces tsukubaensis, podría ser reutilizable para otras bacterias. No obstante, por el momento no se ha cuantificado el ahorro que podría suponer, ya que no se disponen de los datos suficientes.

3 de marzo de 2013

ALTERNATIVA DE BIOCOMBUSTIBLE A PARTIR DE ACEITES DEL TEJIDO FOLIAR DE PLANTAS Y ALGAS MODIFICADAS


Gusanos gordos confirman que los investigadores de Michigan State University en Estados Unidos  han creado con éxito una planta con hojas aceitosas, una hazaña que podría aumentar la producción de biocombustibles, así como obtener alimentos mejorados para los animales.
Los resultados muestran que los investigadores podrían usar un gen de algas involucrado en la producción de aceite para crear una planta que almacene lípidos o aceites vegetales en sus hojas, algo poco común para la mayoría de las plantas.
Investigaciones en biocombustibles tradicionales se han centrado en mejorar el contenido de aceite de las semillas. Una razón para este enfoque es porque la producción de aceite en las semillas se produce naturalmente. Pocos estudios, sin embargo, se ha hecho para examinar la producción de aceite de las hojas y los tallos, ya que las plantas no suelen almacenar lípidos en estos tejidos.
Christoph Benning profesor de esa universidad, encabezó un esfuerzo de colaboración con colegas del Great Lakes Bioenergy Research Center; los esfuerzos del equipo dieron como resultado un importante paso inicial hacia la producción de mejores plantas para biocombustibles, según él muchos investigadores están tratando de aumentar la densidad energética de las plantas, y esta es otra forma de alcanzarlo, además añade que esta prueba se podría utilizar para impulsar la producción de plantas de aceite para el uso de biocombustibles, así como para mejorar los niveles de nutrición de los alimentos para animales.
Benning y sus colegas comenzaron por identificar  cinco genes de una sola célula de alga verde. De los cinco, ellos identificaron uno que, cuando se inserta en Arabidopsis thaliana, impulsó con éxito los niveles de aceite en el tejido foliar de la planta.
Para confirmar que las plantas mejoradas eran más nutritivas y que contenían más energía, el equipo de investigación se las dieron de comer a las larvas de oruga. Las larvas que se alimentaron con las hojas aceitosas de las plantas mejoradas ganaron más peso que aquellas que se alimentaban de hojas regulares.
Para la siguiente fase de la investigación, Benning y sus colegas trabajarán para aumentar la producción de aceite en los pastizales y en algas que tienen un valor económico.El investigador afirma que si el aceite puede ser extraído de las hojas, tallos y semillas, la capacidad de potencial energético de las plantas puede duplicarse y  que si las algas pueden ser ingenierizadas para producir continuamente altos niveles de aceite, en lugar de sólo producirlo cuando están bajo estrés, pueden convertirse en una alternativa viable a los tradicionales cultivos agrícolas. Por otra parte, las algas pueden ser cultivadas en terrenos agrícolas pobres, lo cual es una gran ventaja en el debate "alimentos versus combustible", agregó.
Según Kenneth Keegstra, otro de los investigadores a cargo del proyecto, estos resultados son importantes en el avance de la ingeniería de plantas productoras de aceite pues van a ayudar a escribir un nuevo capítulo en el desarrollo de esquemas de producción que mejoren la cantidad, calidad y rentabilidad de los cultivos tradicionales y no tradicionales.