Científicos del Centro John
Innes en Norfolk crearon un tomate modificado genéticamente al introducir dos genes de la planta boca
de dragón, este nuevo tomate posee un mejor sabor, y cuenta con una mayor
cantidad de antioxidantes, adquiriendo así un llamativo color
púrpura.
Uno de los problemas más
serios que enfrenta la industria del tomate aparece a la hora de retirar el
fruto de la planta. Los tomates son recolectados mientras están verdes, lo que
hace más sencillo su transporte y almacenamiento debido a que son más duros y
resistentes, pero esto provoca que pierdan sabor y textura, ya que el fruto no
alcanza la madurez necesaria en la planta. Esto va directamente en contra de
las necesidades del consumidor y de las grandes cadenas de
distribución, que esperan un tomate sabroso y firme. En mayo del año pasado se
completó la secuencia del genoma del tomate, instalando la posibilidad de recuperar su sabor a través de la ingeniería genética.
Sin embargo, lo que tenemos
hoy aquí va más allá del sabor. Se trata de un tomate púrpura, modificado
genéticamente por científicos del Centro John Innes en Norfolk. Este tomate
incorpora dos genes de la planta conocida como “boca de dragón”. Estos genes
activan a otros que permanecían dormidos en el tomate, provocando un aumento
en la producción de antocianina. Las antocianinas se pueden encontrar
naturalmente en una gran cantidad de frutas y verduras, y es responsable por
algunos de los tonos más reconocibles, como el rojo de la zarzamora y el azul
en el arándano. Sin embargo, el rol más importante de las antocianinas es el de
antioxidantes con propiedades anticancerígenas.
Otro punto a favor del tomate
púrpura modificado genéticamente está en su duración una vez que es cosechado.
Las pruebas realizadas por los científicos revelan que pasan unos 48 días hasta
que el tomate púrpura se echa a perder tras su cosecha, contra las tres semanas
del tomate convencional. Esto permitiría a la industria dejar que el tomate se
desarrolle por mucho más tiempo en la planta, ganando olor y sabor, pero
conservando su resistencia para el transporte. Ahora, tal vez el tomate púrpura
sea un poco chocante a la vista, en especial sabiendo que fue modificado
genéticamente, pero lo cierto es que el rojo no tiene ninguna exclusividad
sobre los tomates.
Existen tomates que son
púrpura en forma natural, como el cherokee púrpura, pero también los hay en
verde, amarillo, naranja, y hasta rosa. Las pruebas que establecerán los
beneficios del tomate modificado llevarán doce meses, pero serán necesarios dos
años adicionales para que las autoridades den el visto bueno (o no) a su venta
en forma de zumo.